Es por encima de toda la arbolada serrana la mayor y más aristocrática sombra de esta tierra siendo a su vez la dama de los desvelos del ya mencionado Guarro Ibérico, que en ella encuentra su perdición y vicio: La Bellota. Ella es la auténtica artífice de la esquisitez de sus carnes y chacinas.
Pero no sólo empieza y termina ahí la obra y el fruto de este símbolo de la dehesa, por los pueblos y aldeas de la Sierra Norte, desde hace mucho tiempo se conocen licores y algunos platos que son a base o acompañados de la bellota.
Esperamos que hayan disfrutado de este paseo por el campo.
Macarena y Joaquín.
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