Como tampoco podrá olvidar el auténtico disfrute que supone, ya no solo disfrutar de la exquisitez de esos huevos camperos de doradas yemas y de sabor autentiquísimo, sino la auténtica gozada que supone para los sentidos el pasear por el campo entre encinas, alcornoques y demás florada con el cubo o la cesta recogiendo esos maravillosos tesoros que las gallinas olvidan en los rinconcitos del campo o junto a los troncos de los arboles. Así aun sabe mejor el disfrutar de éste manjar natural o, como hoy lo llaman, y que tan de moda está: Ecológico.
No sólo ésto se queda en el rico huevo frito o en la excelente tortilla o suculentos revueltos, sino que gracias a él se puede disfrutar de una magnífica repostería natural y heredada de las abuelas que han elevado el bizcocho y demás dulces que a base llevan este huevo campero a auténtico pan de cielo.
En su casa: El Gallinero.
Huevos Camaperos: Únicos.
Macarena y Joaquín.
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